Más allá de la teoría: Los valores del Manifiesto Ágil en acción
Muchos hablan del Manifiesto Ágil, pero ¿Cómo se ve realmente en el día a día de un proyecto? No es solo teoría bonita, es una forma de trabajar que impacta directamente en el éxito de desarrollos de software y en la implementación de sistemas como un ERP.
¿Te imaginas resolver un problema sin perder horas en
procesos burocráticos? ¿O priorizar un sistema funcional en lugar de atascarte
en documentación interminable? ¿Qué pasa cuando un cliente pide un cambio fuera
del contrato? ¿Se rechaza o se adapta estratégicamente?
A continuación, te muestro cómo los cuatro valores del
Manifiesto Ágil se viven en situaciones reales, con ejemplos que seguro has
enfrentado (o enfrentarás), como es un proyecto de desarrollo de aplicación y
un proyecto de implementación ERP.
1. Individuos e interacciones más que procesos y herramientas
Ejemplo en desarrollo de aplicaciones: En un equipo
de desarrollo de software, un programador encuentra un problema en la
integración de un módulo. En lugar de abrir un ticket formal en la herramienta
de gestión de proyectos, se sienta con el arquitecto de software y el tester
para resolverlo en una rápida conversación de 15 minutos.
Ejemplo en implementación de un ERP: Durante la
capacitación de usuarios en el nuevo ERP, el equipo de soporte se da cuenta de
que los empleados tienen problemas con la interfaz. En lugar de seguir
estrictamente el manual de capacitación, los consultores adaptan su enfoque
explicando con ejemplos prácticos y aclarando dudas en tiempo real.
2. Software que funcione más que documentación completa
Ejemplo en desarrollo de aplicaciones: Un equipo de
desarrollo lanza una versión beta de una app con las funcionalidades
principales para que los usuarios la prueben, en lugar de esperar a que toda la
documentación esté lista. Prefieren recibir retroalimentación temprana y
mejorar el producto.
Ejemplo en implementación de un ERP: En vez de
documentar cada pequeño detalle del nuevo sistema antes de su lanzamiento, el
equipo se enfoca en que los módulos críticos (como nómina y contabilidad) estén
bien configurados y operativos, asegurándose de que funcionen correctamente con
pruebas en vivo.
3. Colaboración con el cliente más que negociación del contrato
Ejemplo en desarrollo de aplicaciones: Un cliente
pide un cambio en la interfaz de usuario para hacerla más intuitiva. Aunque no
estaba en el contrato inicial, el equipo ágil decide incorporarlo porque mejora
la experiencia del usuario y aumenta la satisfacción del cliente.
Ejemplo en implementación de un ERP: Durante la
configuración del ERP, el cliente solicita ajustes en la forma en que se
calculan ciertos reportes financieros. En lugar de argumentar que eso no estaba
en el alcance inicial, el equipo trabaja junto con el cliente para encontrar
una solución viable dentro del sprint actual.
4. Respondiendo al cambio más que seguir un plan (pero con gestión
adecuada)
Ejemplo en desarrollo de aplicaciones:
Un equipo está desarrollando una app de e-commerce cuando surge una nueva
regulación de privacidad de datos. En lugar de seguir el plan original sin
cambios, el Product Owner se reúne con el equipo y los stakeholders para
evaluar el impacto. Se analiza si el ajuste puede hacerse dentro del backlog
actual o si requiere recursos adicionales. Si implica un esfuerzo considerable,
se negocia con el cliente un incremento en el presupuesto o la replanificación
de funcionalidades menos prioritarias para mantener el equilibrio.
Ejemplo en implementación de un ERP:
A mitad de la implementación, la empresa se fusiona con otra compañía y
necesita incluir nuevos procesos en el ERP. El equipo ágil no descarta el
cambio automáticamente, pero tampoco lo incorpora sin análisis. Se realiza un diagnóstico
rápido para estimar el impacto en costos y tiempos. Luego, se presenta un plan
revisado al patrocinador del proyecto, con opciones como:
- Alinear
el nuevo requerimiento dentro del sprint actual sacrificando otras tareas
menos críticas.
- Ajustar
el contrato con un costo adicional y extensión de plazos.
- Implementar
primero lo planificado y hacer la integración en una fase posterior.
Así se mantiene la agilidad sin perder de vista los aspectos
financieros y contractuales.
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