Cognitive Project Management in AI
CPMAI: La brújula metodológica para la
gestión de proyectos con asistencia de Inteligencia Artificial bajo estándares
del PMI®
En un contexto donde los proyectos ya no sólo buscan velocidad
de entrega combinado con buenos resultados, sino también asistencia confiable a
través de la inteligencia artificial, el CPMAI (Cognitive Project Management
Artificial Intelligence) irrumpe como una metodología que combina la
rigurosidad del Project Management Institute (PMI®) con la flexibilidad que
exigen los desarrollos en inteligencia artificial.
Solo a manera de información general, la definición "by the book" de cognitive o cognitivo, se refiere a todo aquello relacionado con el conocimiento, la percepción, la comprensión y el proceso mental de adquirir y usar la información.
Así nace CPMAI, como un puente entre dos mundos aparentemente
opuestos, la disciplina del PMI® y la creatividad de la inteligencia
artificial. Esta metodología se ha diseñado no solo para incorporar buenas
prácticas de gestión, sino para adaptarse a la naturaleza predictiva o
iterativa y frecuentemente incierta de los proyectos.
CPMAI (Cognitive Project Management) es una metodología
y certificación enfocada en la gestión de proyectos con apoyo de la Inteligencia
Artificial (IA). Se trata de una forma estructurada para abordar la
complejidad de los proyectos con apoyo de la IA, combinando principios de gestión de
proyectos tradicionales con prácticas específicas de IA.
Fases
de CPMAI: de la intuición al despliegue
La metodología CPMAI está estructurado en seis
fases que se
siguen en cada fase o iteración del proyecto (según sea el enfoque seleccionado),
cada una de las cuales establece una base sólida para que la inteligencia
artificial no se convierta en una caja negra, sino en un activo estratégico
comprensible y gestionable dentro de las Organizaciones.
1.Entendimiento del Negocio
Antes del código, los datos o los algoritmos, hay una
necesidad de negocio. Esta fase busca definir los objetivos estratégicos del
proyecto, entender el problema que se intenta resolver y alinear las
expectativas con los stakeholders. Aquí, más que preguntar “¿qué puede hacer la
IA?”, se formula la verdadera cuestión: ¿Qué tipo de problema se va a
resolver?, ¿qué necesita lograr la organización, y cómo puede la IA contribuir
sin perder el foco?, ¿qué partes requieren apoyo de IA?, ¿Qué habilidades se
requieren?...
Al final del camino aquí se desprende la decisión clave y que
es el clásico “Go / No-Go”, bueno así lo conozco yo.
2. Entendimiento
y validación de la información fuente
Una vez se entiende el problema, llega el momento de
enfrentarse a la materia prima de cualquier proyecto de IA y que son los datos.
Esta fase se centra en identificar, recolectar, explorar y validar las fuentes
de datos existentes. En otras palabras, es cuando se descubre si se cuenta con
la información suficiente y aquí cabe preguntarse: ¿Qué tipo de información se
necesita para cumplir los objetivos?, ¿La información que se tiene cumple con
la calidad requerida?, ¿Qué se necesita en términos de herramientas para la
manipulación y transformación de los datos?
3. Preparación
de los datos
Los datos crudos rara vez son útiles. Hay ruido, valores
perdidos, sesgos ocultos. Esta fase implica limpiar, transformar y organizar
los datos para que estén listos para el modelado, es lo que se conoce como la
técnica o proceso ETL (Extract, Transform & Load) y que consiste en extraer
datos de diferentes fuentes, transformarlos en un formato adecuado y cargarlos
a un destino final. Algunas herramientas ETL recomendadas podrían ser: MS SQL
Server, Apache NiFi, etc),
Esta fase es el equivalente a afilar la herramienta antes de
tallar. Aquí cabe preguntarse: “Cómo se debería preparar la información”, “Cómo
podemos monitorear la calidad de la información”, “¿puedo
desarrollar un agente de IA para automatizar tareas repetitivas?,
etc.
4.
Desarrollo del Modelo
Llega el momento de entrenar el modelo. Aquí se seleccionan
algoritmos, se configuran parámetros y se construyen las primeras soluciones
predictivas o cognitivas. Pero es muy importante tener en cuenta que el
objetivo no es sólo que funcione, sino que aporte valor al negocio definido en
la fase uno. Un modelo preciso pero irrelevante es como un mapa perfecto, pero
sin aportar valor
5. Evaluación
del Modelo
¿Funciona el modelo? ¿Cumple los objetivos? ¿Es comprensible,
ético y robusto? Esta fase es más que una simple validación técnica, es una
reflexión crítica sobre la eficacia, el impacto y los posibles efectos
colaterales. Aquí se confronta la inteligencia artificial con la realidad del
negocio, con métricas tanto cuantitativas como cualitativas.
6. Go-live
o Puesta en Marcha del Modelo
El modelo no vive en un laboratorio, vive en un entorno
operativo, con usuarios, sistemas y decisiones reales. Esta fase se encarga del
despliegue, la integración y la monitorización continua del sistema de IA.
Porque un modelo sin implementación es una promesa vacía; y uno mal
implementado es un riesgo.
Finalmente, cabe hacer mención de que CPMAI no solo responde
a las exigencias del presente; también anticipa las exigencias en un futuro
cada día más demandante. Propone un equilibrio entre el pensamiento ágil y la
gestión rigurosa, entre la exploración técnica y la comprensión humana. En una
época donde los algoritmos pueden predecir enfermedades, fraudes o preferencias
de consumo, pero aún no pueden explicar el sentido de la vida, metodologías
como CPMAI nos recuerdan que la inteligencia más valiosa no es la que predice,
sino la que sirve con propósito aportando valor.
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